¿Eres un profesional de la salud? ¿Eres un padre interesado en conocer más que hace/puede hacer tu hijo en terapia? Sigue leyéndonos.
El #juego es la actividad principal del niño pequeño o del niño que se encuentra en inicios de la etapa escolar. Es uno de los medios más eficaces para lograr la consecución de cualquier tipo de actividad con objetivo establecido y es por esta razón que es una herramienta fundamental en el trabajo terapéutico.
¿Cómo se define el juego?
Es toda aquella actividad lúdica, atractiva para el niño, que tiene pasos específicos y estructura definida que nos permite llegar a un objetivo concreto.
¿Qué hace un niño cuando juega?
Descubre: El niño identifica situaciones que pueden o no ser similares con lo que ocurre en su vida en ese momento, así como nuevas y/o mejores estrategias de resolución a los conflictos que se le presentan.
Aprende. El niño interioriza aspectos de distintas esferas de su vida:
Social: aprende que existen distintos roles sociales, tanto es su familia como en la escuela, que existen reglas y normas en la interacción con los demás, así como que los conflictos ocurren y que el puede participar en la solución.
Cognitiva: desarrolla el lenguaje al utilizarlo en el juego, la memoria al conectar acciones en la actividad, la atención al mantener el objetivo hasta completar la tarea, la creatividad al permitirle utilizar objetos para representar cosas y situaciones que no están en el momento, etc.
Sensorio-motriz: ya que al jugar utiliza su cuerpo en la totalidad y trabaja aspectos motrices gruesos y finos, coordinación y equilibrio, estimula los sentidos, entre otras.
Afectivo-emocional: al verse ante situaciones que empatan con lo que ocurre en su vida y verse en la necesidad de buscar una solución a las mismas o comprender lo que ocurre.
Siente y expresa: es capaz de identificar emociones y sentimientos a través de las situaciones dentro del juego, tanto propias al estarlas experimentando, como ajenas al comprender la situación del otro.
Como vemos, el juego, por sus múltiples cualidades, puede ser utilizado como una herramienta en la terapia de cualquier profesional de la salud, no sólo en el proceso de evaluación como tareas de complemento al diagnóstico, sino también en la intervención dentro de la estructura de la corrección o rehabilitación.
¡Importante! Lo anterior indica que, aunque el profesional que utilice como herramienta el juego puede dejar al niño jugar libremente al inicio de la sesión, esto no quiere decir que dejará que fluya sin sentido toda la actividad, sino que con base en lo visto intervendrá, hará preguntas, traerá nuevo material e incluso participará en el juego a fin de dirigir la actividad para lograr un objetivo previamente establecido para los fines terapéuticos, tanto diagnósticos como de intervención.
De igual manera, el juego puede ser utilizado como herramienta en el trabajo con grupos de niños y esto, además de los puntos descritos previamente, nos aportará datos sobre la manera de relacionarse de cada uno de los niños con sus coetáneos.
¿Estás interesado en que tu hijo tenga un proceso de terapia enriquecido con el juego?
Te invitamos a #IBIPSI para que conozcas la mejor opción para tu hijo.
Psic. Mónica Navarro
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