La muerte de un ser querido suele ser una situación muy dolorosa la mayoría de las veces. Cuando esto sucede nos enfrentamos a un proceso en el que necesitamos reacomodarnos pues nuestra vida sufre muchos cambios, vivimos un duelo.
El duelo, (dolus=dolor en latìn), es el proceso ante la pérdida de alguien o algo de gran valor para nosotros y suele presentarse con diferentes reacciones que pueden ser psicológicas, fìsicas, cognitivas y conductuales.
Seguramente has escuchado sobre las fases del duelo: negación, ira, negociación, depresión, y aceptación. Sin embargo, estas fases no significan que justamente vaya a ser así tu proceso. Simplemente nos dan un panorama de cómo lo han vivido otras personas y lo que comúnmente sucede.
A veces queremos evadir la situación y fingir que nada ha sucedido pues la vida antes era más sencilla, sin embargo nos enfrentamos a la realidad y las cosas no son como esperamos. Hay personas que viven una tristeza tan grande que quieren abandonar todo. En algunas ocasiones pueden llegar a dejar de comer o salir pues pierden la energía para continuar. Puede pasar que consideramos tan injusto lo que nos está pasando que dudamos de nuestras creencias, culpamos a otros por lo que sucedió o a nosotros mismos.
Debido a la gran posibilidad de maneras de vivir el duelo, aquí te comparto algunas recomendaciones para salir adelante en un futuro:
Permítete vivir tu duelo. Permítete sentir y permítete seguir adelante. El duelo cada persona lo vive de manera distinta, ni siquiera tú vivirás de igual manera tu duelo ante la muerte de otra persona cercana. Se vuelve duelo patológico cuando no logras incorporarte y continuar con tu vida y los propósitos que te habías trazado. Recuerda que tú defines tu tiempo.
Agradece: compartir tu vida con esa persona te dejó aprendizajes, experiencias, amor y es precisamente con todo lo anterior con lo que podrás iniciar a retomar el vuelo, su presencia no fue en vano, te hizo ser la persona que eres.
Respeta el duelo de los demás: Recuerda que cada persona expresará su sentir de manera diferente.
Rompe las culpas: En ocasiones cuando fallece alguien podemos quedarnos con culpas por haber dicho o hecho algo en especial o no haberlo hecho, sin embargo aprender a perdonarte te ayudará a continuar.
Dialoga sobre lo sucedido: Acompáñate de los que quieres y no te quedes con ganas de expresar cómo te sientes y qué piensas ante esta situaciòn. Busca tus redes de apoyo, no estás solo y compartir lo que te sucede puede ayudarte a aceptarlo y encontrar la manera de continuar.
Despídete, resignifica su vida y la tuya: Dejar ir a quien estuvo contigo no significa que lo olvides. Quizá vivir esta experiencia te permita revalorar lo que es importante para ti y definir objetivos específicos para tu futuro con el apoyo de todo lo que te brindó en vida.
Acepta tus emociones: Se vale estar triste, vivir nuestras emociones nos permitirá construir a partir de las experiencias aceptando lo sucedido.
Date tiempo: no intentes continuar como si nada hubiera pasado, vive tu duelo, aprende de lo sucedido y planea como continuarás adelante.
Realiza actividad física: el ejercicio te ayudarà a combatir el estrés y las emociones negativas que se presentan a partir de la pérdida y fortalecer tu cuerpo para hacerle frente a las adversidades.
Come saludablemente: Mantente hidratado y nutrido para mantener tu salud en buen estado.
Evita el alcohol o drogas: Aunque consumir estas u otras sustancias puede darte una sensación de alivio ante tus emociones negativas, los cambios son momentáneos y las consecuencias de su uso pueden ser graves. El ejercicio puede ser una alternativa.
No se trata de olvidar, se trata de reconstruirte con lo vivido.
Si consideras que tú o alguna persona cercana a ti no ha encontrado sus propias estrategias para seguir adelante, recuerda que asistir a psicoterapia es una buena opción. En #IBIPSI podemos acompañarte en el proceso.
Psic. Carolina Cruz
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