Las emociones están presentes en nuestra vida diaria, todos los días podemos experimentarlas: tristeza, alegría, enojo, sorpresa y muchas más. Tienen funciones muy específicas, pero a veces, más que ayudar, nos impiden ser productivos. Eso sucede porque las emociones están ligadas a nuestros pensamientos, y en ocasiones tenemos errores en estos, lo que ocasiona que las emociones sean muy intensas, al grado que interfieren en nuestra productividad. Veamos un ejemplo.
Alguna vez, mientras hacías tu tarea, escribías un libro, hacías un ensayo, redactabas un documento para el trabajo o tu tesis; ¿te pasó que te quedas en blanco frente a la computadora sin poder escribir más de una oración?. Piensa en la última vez que te sentaste frente a la computadora para escribir tu trabajo pendiente y recuerda ¿qué fue lo primero que pensaste? ¿Qué te dijiste a ti mismo?¿Que te imaginaste?. Si no pensaste en la siguiente oración a redactar dale un vistazo a los pensamientos a continuación y fíjate si te identificas con alguno:
"Nunca seré capaz de terminar"
“Les caigo mal a mis asesores de tesis”
“Debe quedar perfecto”
“Si no puedo terminar esto, quiere decir que no soy bueno para nada”
“Soy un perdedor”
Estos pensamientos son algunos ejemplos de cómo se presentan los errores en el pensamiento. Si pensamos o imaginamos algo similar al momento de escribir es muy probable que aparezcan emociones como enojo, tristeza, frustración o ansiedad y parezca imposible terminar tu escrito. Pero no es así.
Te propongo lo siguiente, la próxima vez que te sientes frente a la computadora y te quedes en blanco identifica las emociones y pensamientos que estás experimentando.
Escríbelas y después intenta corregir tus pensamientos. Esto significa, que es necesario generar pensamientos más adaptativos, que sean realistas con la situación y que no contengan errores en el pensamiento. Aquí unos ejemplos:
Recuerda que necesitas practica para llegar a dominarlo, y si necesitas asesoría no dudes en comunicarte con nosotros para que logres tener una vida plena, productiva y saludable.
Psic. Karla López
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