La motivación es esa fuerza que nos impulsa a hacer las cosas. Nos sentimos motivados cuando recibimos una recompensa, o por la idea de evitar algo que pueda ser molesto. Pero ¿de dónde viene la motivación?
Tiene dos fuentes, externa e interna. La primera ocurre cuando alguien más o algo fuera de nosotros nos impulsa a hacer las cosas. Palabras de apoyo, regalos, tu salario o el evitar la pérdida de estos son ejemplo de motivación externa; y aunque es una buena fuente no siempre podemos depender de esta, pues no está bajo nuestro control y no siempre se puede predecir cuándo ocurrirá o por cuánto tiempo.
Es por esto por lo que es importante darle un mayor peso a la motivación interna, a aquella fuerza que nace en nuestro interior y que se alimenta de nuestras palabras, pensamientos y emociones. Esta fuente está bajo nuestro control todo el tiempo y en completa disposición siempre que la necesitamos, más cuando no se siente de esa forma, y parece que no hay fuerza disponible para impulsarnos a realizar actividades nos podemos hacer 3 simples preguntas para encontrar de nuevo esta motivación interna.
¿Quién soy?
El autoconocimiento es parte esencial de la motivación interna. Conocerse a uno mismo es, entre otras cosas, saber qué me gusta, a qué le temo, cuáles son mis cualidades y mis defectos, cómo lleguè a donde estoy ahora, ser consciente de lo que he aprendido y en qué aspectos he cambiado. La motivación se puede perder cuando seguimos por el mismo camino, aunque uno ya es diferente, o al seguir el camino que alguien más eligió por ti. Al responder a esta pregunta haces un compromiso contigo mismo de defender lo que quieres, tus sueños, tus aspiraciones, tus valores y tu identidad.
¿Para qué lo hago?
Al responder a esta pregunta te estarás centrando en el propósito de tus acciones, y esto a su vez está ligado al autoconocimiento. Una vez que sabes quién eres será más fácil descubrir qué quieres. Si falta motivación intenta recordar qué te impulsò a comenzar esa actividad por primera vez, o qué consecuencias o beneficios te traerá si lo consigues. Mientras más valor le des a cierta actividad, mayor será la motivación. Considera que pequeñas acciones pueden llevarte a lograr un sueño más grande. Por ejemplo, ahorrar es una acción pequeña, que por si sola no tiene un gran significado, pero al darle un propósito mayor, como lograr un viaje, la motivación para ahorrar surgirá fácilmente.
¿Cómo lo haré?
Una vez que sé quién soy, qué quiero y porqué, es hora de llevarlo a la acción. La motivación se verá reflejada en las acciones que realizamos, no solo en la idea de hacerlo; y mientras más hagamos mayor será la motivación, pues te acercará más a tu propósito. Establece objetivos realistas que te permitan lograr lo que quieres sin frustrarte ni matar tu motivación, y si es necesario cambia o crea hábitos nuevos. Visualiza lo que quieres y haz un plan de trabajo, al hacerlo notarás como la motivación fluye naturalmente por tu cuerpo, y te impulsa a comenzar con la acción.
Si te sientes desmotivado tomate un momento para reflexionar sobre estas preguntas y al responderlas tal vez encuentres las razones que te impedían llegar la motivación, o encuentres la fuente que necesitabas para seguir adelante.
Si necesitas asesoría, no dudes en comunicarte con nosotros, y así permitirte generar la motivación que te impulse a tener una vida #Plena, #Productiva y #Saludable.
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