Seguramente sabes qué son las emociones, pero ¿sabías que existe algo llamado “Inteligencia emocional”?.
La inteligencia emocional puede definirse como la capacidad de identificar, comprender y expresar las emociones propias y ajenas. Es posible aplicar estas habilidades para resolver problemas, aumentar la autoestima y ser más empático, ¿cómo es posible esto?. Es porque esta capacidad está muy vinculada a otros aspectos que nos permiten aumentar nuestro desarrollo personal y llevarnos mejor con otras personas, como el autocontrol, la seguridad en uno mismo, el optimismo, la asertividad, la comunicación efectiva, el liderazgo y la colaboración.
Al trabajar cualquiera de estas habilidades estás aumentando tu inteligencia emocional y mejorando tu calidad de vida. Yo te propongo algunas actividades sencillas, que puedes practicar a diario para desarrollar tu inteligencia emocional.
1. Ponle nombre a lo que sientes. No intentes evitar tus emociones, aunque sean negativas, están ahí por una razón, para ayudarte a comprender la situación por la que estás pasando y a tomar decisiones. Tómate un momento para nombrar la emoción, comprender por qué te sientes de esa forma, y actúa en consecuencia. El autoconocimiento es una habilidad importante que toma tiempo desarrollar, intenta practicarlo todos los días.
2. Lleva un diario. Una actividad sencilla para reflexionar sobre tu estado emocional a lo largo del día. ¿cuál fue tu estado emocional la mayor parte del tiempo?¿experimentas más emociones negativas o positivas?¿hay situaciones en común ligadas a una emoción en específico? Hacer estas y otras reflexiones te permitirá conocerte mejor y recuerda pensar también en estrategias que te pueden ayudar a sentirte mejor, evitar el estrés o resolver las problemáticas que hayas detectado.
3. Observa a los demás. Aprende a identificar las claves del lenguaje corporal. No basta con escuchar las palabras, también es importante observar con esmero. Pon atención a los cambios en los gestos, la postura, el tono de voz, la respiración o la tensión muscular. ¿qué es lo que realmente intenta transmitirte?
4. Evita actuar por impulso. Algunas personas suelen decir que pierden el control ante ciertas emociones. Pero es posible mantenerlo. Los pensamientos, emociones y conductas están relacionados. Aprende a identificar los pensamientos que acompañan a tus emociones y cómo afectan tus respuestas. Si actuar por impulso te trae consecuencias negativas identifica qué estás pensando y cómo lo puedes modificar. Algunos pensamientos son más racionales y nos ayudan a sentirnos mejor y actuar con eficacia. Si tus pensamientos son irracionales aprende a detectarlos y no permitas que tus pensamientos y emociones tomen el control de tus acciones.
Prueba haciendo estas actividades y poco a poco verás cambios en tu vida que te permitirán ser una persona #Plena, #Productiva y #Saludable.
Psic. Karla López
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